Los cataros constituyeron una civilizacion única cuya base estaba formada por la certeza absoluta de que el ser humano es bueno por naturaleza a pesar del mal aparente.
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LOS CÁTAROS MEDIEVALES Mucho se ha escrito sobre los cátaros Medievales. Aunque realmente han quedado muy pocas fuentes que provengan de los auténticos cátaros, pero hay algo muy evidente de su existencia y es la rica herencia que dejaron allí donde vivieron. Los...
Originalmente el caballero es un guerrero que está únicamente al servicio del bien y, por tanto, emprende la lucha contra el mal. Los héroes, Caballeros de la bondad, siempre han defendido a los inocentes y los perseguidos. Las leyendas cuentan cómo luchaban contra...
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Juan de San Grial
El catarismo tuvo gran esplendor en la Edad Media y la Asociación para el Estudio de la Cultura Cátara estudia, recupera y promueve sus valores universales. Trabajamos en numerosas áreas y con diversos proyectos, de manera no lucrativa, para el conocimiento de las formas de vida pacíficas que han existido a lo largo de la historia en todo el mundo.
Los Cátaros fueron uno de estos pueblos pacíficos que convivieron en España entre los siglos X y XIII y que desarrollaron un modo de vida cuya naturaleza puede ser llamada la de la perfección vista desde el prisma de la paz, armonía, prosperidad… Los cátaros medievales representaron alrededor de una sociedad decadente un ejemplo de sociedad perfecta y de gran esplendor. Rescatamos las claves bajo las cuales éste y otros pueblos consiguieron vivir de una forma encomiable y digna de emulación por un mundo sumergido en una crisis mundial de valores, un mundo con un rumbo incierto y muy poco alentador para la humanidad. La existencia de este modo de vida perfecta no es una ‘utopía’, es una realidad. Estos pueblos existieron, siempre han existido, pero su memoria ha sido deliberadamente borrada o tergiversada.La Asociación para el Estudio de la Cultura Cátara, es la unión de corazones desde donde trabajamos para difundir los principios e ideales del Catarismo, gran movimiento que llegó, desde los países eslavos (donde era llamado Bogomilismo) en el siglo X, a la antigua región de Occitania, situada en el Sureste de Francia y Noreste de España, difundiendose por España y otras partes de Europa. Actualmente los Cataros regresan para recuperar esta forma de vida que cambió Europa en plena Edad Media.
Juan de san Grial (Johann Bereslavskiy) nació en 1946 en la ciudad de Moscú. Cursó estudios en el instituto Superior de Lenguas Extranjeras “Maurica Taurez”, de donde se graduó en 1970. En ese tiempo comenzó su actividad literaria, empezando a publicar sus obras a finales de los años 80. Realizó además estudios en una academia de música y en el Conservatorio “Chaikovsky” de Moscú. Trabajó como traductor, intérprete y profesor de inglés. Fundador de la nueva escuela cátara con miles de seguidores en todo el mundo.
Juan de San Grial se encuentra en contacto permanente con destacados representantes de la intelectualidad y con personalidades espirituales del cristianismo, el islam y el budismo de varios países. Su círculo de relaciones se extiende a todos las esferas sociales, culturales y espirituales. Ha organizado centenares de conferencias y entrevistas por todo el mundo.
Su fervor ardiente por la paz en el mundo y por la libertad humana, inspira a alimentarse infinitamente de la sabiduría profunda, que como gran pensador e intelectual del siglo XXI, nos transmite.
El camino de la creatividad de Juan de San Grial es inseparable de su fervor por la última verdad de todo. En su juventud escribió varias novelas, cuentos y poemas, pero pronto se decantó hacia el género del ensayo filosófico y artístico popular, el relato histórico, la investigación mística y la leyenda alegórica. Es un escritor muy prolífico autor de más de 700 libros.
Es tambien músico, virtuoso del piano, sus manos, junto con las manos de Teo Leonov, parecen nacidas para ello, interpretan de forma magistral a clásicos como Mozart, Beethoven y Chaikovsky, consiguiendo extraer la esencia de cada pieza, haciéndonos vibrar, sentir el amor que posee cada una de ellas y entender aquello que no se puede expresar con palabras.
Es un poeta excepcional, su poesía es única, en ella se derrama toda la sabiduría, belleza, bondad, pureza y armonía que posee el autor en su interior para compartir con el resto del mundo.
En Juan de San Grial permanece la inocencia de un niño, la sabiduría de una anciano sabio y la fuerza de un padre en cuyo corazón caben miles.
Los castillos cátaros eran obras maestras de otra civilización. Su misterio está en su singular arquitectura. Las salas, colocadas de una forma geométricamente benévola, transportaban de manera maravillosa el alma a otra dimensión, a las esferas celestiales con aires y vibraciones especiales.La arquitectura de los castillos no es menos misteriosa que la de las pirámides de Egipto. En ellos hay entradas al luminoso estar, a los mundos buenos más allá de los límites. Los perfectos poseían mapas esotéricos que provenían de la antiquísima época de los atlantes, que pasaban de un iniciado a otro. En los mapas estaban señaladas las sagradas capitales del mundo, los pilares en los que descansa la Tierra.
Los pergaminos contenían instrucciones sobre los lugares eternos donde debían estar los castillos del Grial. Eran lugares con una singular música arquitectónica, en la que se manifestaban los arquetipos de la sabiduría, la bondad y el amor.
La fortificación de Montsegur fue desde inicios del siglo XIII refugio de perfectos y buenos hombres cátaros. Pero raíz de las persecuciones, fue creciendo el número de perfectos e iniciados que llegaba allí escapando de los inquisidores. Finalmente se convirtió en la última pero espiritualmente más fuerte comunidad cátara. Un recinto fortificado, con una torre y numerosas casas formaban un pueblo cátaro donde se establecieron familias enteras, en total eran alrededor de un millar de personas.
El asedio de Montsegur duró casi un año. Las tropas del ejército real francés asaltaron varias veces la fortaleza, sin éxito. El final de la resistencia llegó por una traición. Pero ellos no traicionaron su conciencia, no rompieron la promesa de nunca responder al mal con el mal.
