Caballería de la Bondad Divina: Miguel de Cervantes y Don Quijote a ojos de los Cátaros del siglo XXI
Sobre la intepretación espiritual.
En el articulo de hoy nos adentraremos en los misterios de Miguel de Cervantes Saavedra, un verdadero desconocido del arquetipo Español, a pesar de ser el representante literario íbero mas conocido del mundo. Para ello vamos a presentar un extracto del Capitulo 20 “Cervantes revela pergaminos de la Biblioteca mística de Córdoba” del Libro Caballería de la Bondad Divina de Juan de San Grial, 2014.
Invitamos a entrar en esta maravillosa lectura y descubrir juntos, al Caballero de la bondad, Miguel De Cervantes, desconocido por la humanidad hasta nuestros días. Su figura, obra y escrito ha despertado en miles de autores y asociaciones cervantinas multitud de interpretaciones y criticas pero, ¿quién ha presentado a Cervantes desde dentro?, no tanto interpretando su letra, sino su corazón. Se ha dicho mucho sobre él; un loco, genio, anticaballerista, novelista satírico y dramaturgo que ha creado literalmente el Universo de la literatura en sus múltiples facetas. Sea por sus dotes de escritor, por critica o admiración, lo cierto es que Cervantes ha despertado interes en todo el mundo y como buenos lectores, a los bibliofílicos ha invitado a seguir manteniendo viva la cultura del bien a través de la buena literatura.
Esta interpretación que Juan de San Grial ofrece sobre los misterios de Miguel de Cervantes, avisamos de antemano que no es una interpretación común y que requiere tener la mente abierta, el corazón preparado y la vista despejada de prejuicios, ya que el vuelo que estáis a punto de emprender, requiere de poca carga, para que la ligereza interior pueda asimilar y sobrellevar los momentos críticos de su comprensión. A modo de ayuda y resumen diremos que:
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La visión de Miguel de Cervantes que ofrece Juan de San Grial es absolutamente nueva. No es una invención simbólica o interpretación literaria, sino que esta siendo revelada por primera vez, “ como regalo del cielo” por su consagración en la lucha en restaurar el arquetípo de los caballeros de la bondad. Aprovechamos para mencionar otro gran Libro de caballería del mismo autor: “El Grial. Iniciación a la Caballería Blanca”, 2017, que recorre los grandes caballeros medievales tales como Perceval, Arturo, Anfortas, Lohengrin y otros.
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El autor quiere resaltar la conexión última, profunda del personaje con lo divino. En su anhelo de restaurar el arquetipo y devolver el alma a su origen, sus alusiones al Padre y la Madre del puro amor tienen como único objetivo llevar al alma a su hogar celestial. Por ello el carácter espiritual y humanista de su visión.
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La novedad de los términos encontrados en su descripción, pese a la incomodidad inicial, permite al lector despojarse de las connotaciones psicológicas y culturales asociadas a las palabras, para así, libremente poder conocer a Cervantes “por primera vez”. Es por ello que muy a menudo, el autor recurre a la poesía o a la música como medio ideal de transmitir su mensaje, ya que, al ser vivo, se requiere de una mirada limpia y no manchada por cargas teóricas o intelectuales artificiales.
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Los saltos en el tiempo, el pasado – presente o la “transubstanciación” del personaje en el narrador, pueden desconcertar a más de uno, ya que presenta a Cervantes como desde dentro, como al mismísimo Cervantes hablando en el siglo XXI manteniendo la esfera del Siglo de Oro.
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La novedad de la interpretación de su vida tienen como propósito restaurar los valores espirituales intrínsecos de su persona y mensaje. Como cualquier intérprete, libre en su observación, Juan de San Grial resalta la esfera espiritual, filosófica y humanista de Cervantes, obviando otras interpretaciones literarias no filantrópicas o simplemente literarias con otros propósitos.
El Autor recomienda la escucha del segunda Sinfonía de Rachmaninov mientras se lee.
Nos deleitamos con la música de la ciudad jardín del eterno califato de Córdoba.
Suena la Segunda Sinfonía de Rachmáninov…
A continuación reproducimos un extracto del Libro de la Caballería de la Bondad Divina (Clic para ver el libro)
Saavedra, el origen árabe del mismísimo Cervantes
Uno de los misterios de ‘Don Quijote’ es que su trama fue tomada, por Cervantes, de los árabes. Miguel de Cervantes Saavedra leyó el argumento de ‘Don Quijote’ en la Biblioteca Mística del califato de Córdoba. El pergamino que obtuvo lo adaptó a la mentalidad del hombre europeo.
Su origen es de saadi, de los antiguos sabios persas, poetas, filósofos, músicos y orfeos. ‘Don Quijote’ está inspirado en parábolas, realidades alegóricas de la ciudad jardín: de una civilización perfecta que en algún tiempo tuvo lugar en las tierras de la Iberia medieval.
No hay ninguna duda del origen árabe de ‘Don Quijote’. ¿Pero solo de ‘Don Quijote’, o del mismísimo Сervantes? Los años de su vida fueron de desde 1547 hasta 1616. La escasa memoria histórica nos muestra la imagen de un hidalgo perteneciente a una antigua familia noble (el padre era un caballero empobrecido).
Abderramán I fue el primer emir de Córdoba, el fundador de la dinastía cordobesa de los Omeya, al que llamaban ‘El Visitante’ (la rama se asentó procedente de Damasco). Abderramán II fue su biznieto, que tenía buen carácter, tolerante a las creencias, patrocinador de las ciencias y del arte. Abderramán III fue un gran califa con el que se asocia el siglo dorado de la Córdoba medieval.
La élite de los guerreros de Abderramán Tercero en la época del florecimiento del califato de Córdoba estaba formada por quince mil virginales guerreros poetas. Los Sacalibos (en árabe significa ‘eslavos’, ةبلاقص Los Sacalibos o saclabos) eran la guardia del califa, compuesta en su mayoría por personas procedentes de Tarjtaria (por ejemplo, al gobernador de los árabes búlgaros del Volga lo llamaban ‘malic-as-sacaliba’). Dicen que el mismo Abderramán III tenía los ojos azules y el pelo rojizo-rubio, lo cual confirma su origen hiperbóreo
Los sacalibos son halcones valientes, caballeros del supremo Amor Fino. Eslavos teogamitas, refugiados de la inquisición bizantina. A través de ellos se difundió el espíritu del califato de Córdoba que adoptó Miguel de Cervantes Saavedra.
Los sacalibos, los halcones valientes, llegaron de Tarjtaria a través de Irán (la antigua Partia), Turquía (que en aquellos tiempos era parte de Tarjtaria), el Norte de África y Marruecos hasta el califato de Córdoba.
Los sabios del califato medieval de Córdoba en el territorio de Iberia (España) eran hiperbóreos de Tarjtaria, tarjtaros.
Esta identificación es muy importante. Es importante conocerse a sí mismo: ‘¿Quién soy? ¿De dónde procedo? ¿A quién represento? ¿Hacia dónde avanzo?’
LA CABALLERÍA DE MINNÉ
¡No hay nada más maravilloso que la Caballería de Minné!
¿Que está buscando el hombre? ¿La iniciación? Para ello no hace falta ir al Tíbet y establecer comunicación con los mahatmas. ¡De Iberia a ningún sitio! Aquí habita la caballería suprema: los defensores de Minné, que los acogió bajo su manto.
¡Caballeros del amor, de la bondad, caballeros de la última verdad, benditos seáis! Hay una gran necesidad de vosotros en todo el mundo.
Cervantes por instinto siente la mentira de la caballería del amor cortés
Roma intercepta la caballería cuyas raíces son del califato de Córdoba. Las imágenes de los caballeros ibéricos, hiperbóreos, eslavos y tarjtaros, pasando por los pasillos romanos, se escriben al derecho y al revés.
En el siglo XVI se extiende la popularidad de la llamada caballería del amor cortés. En la vida laica se introduce la veneración por el atractivo femenino, la belleza de la reina española Isabel. Mientras tanto, precisamente a ella, a la mujer de Fernando II, el confesor romano le dio la idea de conquistar medio mundo para Roma…
Cervantes siente por instinto la mentira de la caballería del amor cortés, que era muy popular en los años de su juventud. ¡La niega rotundamente! ¿Un caballero que se inclina a los pies de las mujeres? ¡Es miserable! ¡Su primer enemigo le agujerearía el corazón con la lanza! Oveja descarriada, débil, el que recibe el calentamiento de la lujuria.¡No, el caballero vence a la líbido! ¡El caballero no venera la calefacción de lujuria, sino a la Virgen!
Con 10 años de edad, Miguel ingresa en un colegio de jesuitas para recibir su educación. Durante cuatro años, conforme comenzaba a ver con claridad y a rechazar los ideales católicos, en el joven Cervantes iba creciendo el deseo de descubrir el misterio último de la caballería. Miguel se siente un caballero, pero no de amor cortés, no laico, sino distinto.
Miguel, insatisfecho, huye de los jesuitas. Crisis. El joven se alista para hacer su servicio militar y estar más cercano a la caballería. De aquella época son sus primeros versos. Miguel escribe en su agenda (la traducción es libre):
La caballería se distingue del monacato como el ‘ser’ vivo se diferencia del virtual, que ‘parece’.
Así es el lema de los Caballeros de Minné en su oposición contra Roma. Allí hay solo un parecer virtual. Aquí está la existencia viviente.
Parece que la caballería está cerca del monacato: los unos y los otros dan voto de celibato… ¡Que no, se le opone! ¡No tiene nada en común la virginidad del caballero con el celibato formal!
Desde la juventud se despierta en Miguel el anhelo de protagonizar gestas caballerescas. Defender al débil. Defender la verdad. Vencer al mal en sí mismo y ayudar a los otros. Vivir con ideales supremos, llegar a ser como el marinero del barco celestial que navega con la flota blanca… El caballero de noble imagen se convierte en su modelo ideal consciente y supraconsciente.
¡Así eran los sacalibos! Saavedra solloza escuchando los cuentos sobre los caballeros eslavos. Como si él mismo fuese exactamente como ellos. Como si hubiera nacido en Hiperbórea, como si viniera de Tarjtaria. (¡Si pudiera ser posible leer su cadena de encarnaciones él hubiera sido, anteriormente, un anterior gran caballero de Tarjtaria!)
Formando parte del ejército español, Miguel lucha contra Turquía (la conquista romana del territorio marítimo) y cae en manos de piratas argelinos. Cinco años de cautiverio se convierten en una bienaventuranza pasional…
La gente divina tiene todo al revés, ¡la yurodividad! Al parecer, le dispararon en la mano izquierda; esclavo, servidor, pero con todo eso conoció de cerca la sabiduría árabe.
En Argelia Miguel conoció mejor el antiguo califato de Córdoba, se informó sobre Hiperbórea, la civilización de la gente buena. Algunos bonhomes, al ser perseguidos, fueron a Siberia, y otros a Iberia. ¡Pero hay una relación estrecha entre ellas! Ved a los pájaros que van vo-lando a Iberia para invernar y en el verano van a Siberia. En Argelia, Miguel se entera de muchas cosas. En particular, sobre Aníbal (siglo II antes de Cristo) y sobre Numancia (más tarde escribirá la tragedia ‘Numancia’), la ciudad que aguantó el largo asedio de los romanos. Como Aníbal, él luchaba contra la civilización romana…
¡A la civilización romana se le enfrenta la otra, la hiperbórea! ¡Contra Yaldabaot el otro Padre, el bondadoso!
Saavedra siente gran afinidad por los numantinos y por Aníbal. ¡Son del mismo espíritu, del mismo linaje que Aníbal, que Miguel de Cervantes Saavedra! ¿Qué tienen en común? ¡Vedra! ( del Vedanie, en ruso es ver, tener visión clara). Aquí, creedme, hay un cubo entero de mirró (oleos fragantes) lleno de lágrimas, el cubo (vedró, en eslavo) de vedra… Cervantes se sitúa en la misma fila que León Tolstoi y vuestro humilde servidor, Juan de San Grial.
Del cautiverio lo rescatan unos ‘padres redentores’ (lo más probable es que fueran vírgenes cátaros). Parece que está en libertad… ¡Pero, como en la novela ‘Licenciado Vidriera’, todo está al revés! En cautiverio tenía libertad, pero en libertad estaba prisionero.
Cervantes fue enviado a la cárcel. Por supuesto, no recibe ninguna indemnización por su herida y por su cautiverio. Roma ‘abandona’ a los suyos. Se alista como proveedor en el ejército español, ¡e inmediatamente va a prisión!
La iglesia romana no solo lo juzga, sino lo anatematiza, sintiendo en él el espíritu ibérico cordobés. Los monjes excomulgan de la iglesia al gran Cervantes diciendo que está desenmascarando a los sacerdotes, porque les están quitando lo último a los campesinos: ¡los campesinos quieren dar pan al ejército, pero los sacerdotes se lo llevan! (Creo que solo el hecho de que Roma o Bizancio os excomulguen os abre las puertas al claromundo).
El Concilio de las pastorcillas bondadosas de Córdoba
En aquellos años Cervantes pensaba en su novela ‘Galatea’, uno de sus más bonitos idilios. Las imágenes de las pastorcillas y los pastorcillos. Las praderas, los campos, los pájaros… Literalmente el ideal de La Tríada Dorada: el Dios bondadoso, el hombre bondadoso y el entorno bondadoso.
¡Y si Dios es bondadoso, el hombre es bondadoso y su círculo es bondadoso, los pastores también son bondadosos, con sus flautas a las que obedecen sus ovejas!
Leyendo la poesía del cuarentaañero Miguel de Cervantes, veamos su credo:
Yo soy del concilio de los bondadosos pastores y pastoras, que tienen en su corazón la imagen auténtica de cristos. ¡El concilio de bondadosos pastoras y pastores de Córdoba, naturalmente, contra los pastores malvados!
De una deportación a otra
La censura católica reconoció con el espíritu quién era. Miguel fue enviado a prisión tres veces (!!!). Le presentan cuentas absurdas. Por ejemplo, lo acusan de ser desinteresado (un pecado malo desde el punto de vista del príncipe de este mundo). No sabe contar el dinero. No sabe hacer dinero.
Es proveedor, pero de modo cátaro da lo último a los necesitados. Es un derrochador: da el pan a los pobres e indigentes y no a los sacerdotes, ¡lo cual es un gran pecado contra la iglesia!
Primero lo encierran por seis meses y después por siete, luego por ocho… ¡Qué vida, fíjense…! Cinco años de cautiverio, dos años de cárcel, de una penitenciaría a otra…
¡Mientras tanto, dentro de Cervantes iba naciendo un caballero de bondad!
¡Cervantes considera que el mal puede ser derrotado a pesar de sus reivindicaciones! ¡Se puede derrotar a la lujuria, pese a su predominancia! ¡Se puede vivir solamente con el amor que no existe en la Tierra!
DON QUIJOTE
Cuanto más implanta Roma el sucedáneo amor cortés de la caballería, más aún busca Miguel la imagen de un caballero distinto: de un templario, de un luchador contra el mal, contra la violencia, contra la mentira y contra el diablo. ¡Qué alegría siente cuando él se hace con unos pergaminos sobre Don Quijote! (Obviamente, tenía otro nombre en los originales árabes).
Miguel entiende que escribir abiertamente significa desenmascararse y exponerse a las amenazas de la persecución, eso si no a los autos de fe (era la época de la feroz inquisición). Opta por alegorías, parábolas y paráfrasis.
‘Don Quijote’ es una pura alegoría. Ninguna de las varias tramas de la novela debería ser entendida en su sentido literal.
Les doy un ejemplo. Don Quijote busca la iniciación en uno de los castillos. Sale un anciano a su encuentro. Don Quijote piensa: ahora, por el rito católico, ortodoxo, aquel hombre sacará los óleos, leerá el ‘Ave María’, el ‘Padre Nuestro’…
El anciano, después de haber escuchado a Don Quijote, le responde:
—¿Hijo mío, estás buscando la iniciación? ¡Es maravilloso! Ponte de espaldas. ¡Y… le da un puntapié!
—¡Oh! —Don Quijote se agarra el trasero—. ¡Eso duele! Entonces, ¿eso es la iniciación?
¡La iniciación, y de qué manera! Después del puntapié su mente se aclara y el caballero de la Triste Figura empieza a arrepentirse. Entiende que la iniciación no es un rito con óleos y oraciones, sino que es el largo camino que supone la iluminación, la transformación, la ascensión por la escalera. ¡Es genial!
¡La novela está hecha de esa manera alegórica! He dado un ejemplo de cómo hay que saber interpretar las tramas de Cervantes de manera hermenéutica, hiperbólica y parabólica. Puedo poneros decenas e incluso centenas de ejemplos similares.
Contra el marasmo cortés, la imagen de la Dama de Elche, Dulcinea del Toboso. La dama de Don Quijote es una simple moza, pero se le da un nombre espiritual: Dulcinea del Toboso. Dulcinea es ‘tierna’, ‘dulce’, ‘misericordiosa’, Toboso espiritualmente significaría ‘tu voz’.¡La Madre Divina misericordiosa y hablante, La Guía: así es Dulcinea del Toboso! Está claro que el caballero exige la adoración a ella como a la más hermosa Dama del mundo (lo que pocos entienden, especialmente los mercaderes). La figura de Dulcinea del Toboso se opone a la de las heroínas de las novelas de amor cortés.
Los amantes de los desafíos rituales odian a Don Quijote.
Antes de morir el hombre… se hace un millón de veces más bondadoso. El final de la novela es maravilloso. Don Quijote recibe las señales de un fin cercano. Pues un hombre bueno tiene un final bueno. Sancho Panza —el pastor popular que busca a su caballero para pegarse a él y convertirse en un buen gobernador, en el regente de una isla—, el bueno de Sancho Panza, intenta consolar a su amigo enfermo:
—Amo (Don Quijote), mañana te despiertas como si nada y continuamos nuestra lucha contra el mal, contra los molinos de viento. ¡Todavía tenemos que llevar a cabo muchas hazañas! —Sancho parece optimista.
—No —amargamente esgrime el caballero de la Triste Figura.
—Ya no hay más Don Quijote. Yo ya no soy Don Quijote. Desde hoy en adelante soy Alonso el Bueno.
Alonso el Bueno… Me afecta profundamente este nombre. ¡Alonso el Bueno! Antes de morir el hombre… se hace un millón de veces más bueno, bondadoso.
Y antes de morir, y muriendo, y después de morir continúa la iniciación en la bondad como la clave de la salvación del mundo, lo que nos enseñaron los perfectos de Montsegur: la bonhomización.
El buen recuerdo de un buen hombre
¡Es excepcionalmente importante llegar al lecho mortal siendo bondadoso!
Según los cátaros, en el lecho mortal solo queda la bondad. Solo los buenos hechos se quedan en la memoria. Y el hombre quiere que grabado de bondad entre los campos, árboles y el prójimo. Quiere que se quede un buen recuerdo. La buena memoria de un buen hombre. Y el mal se expulsa. Cuán ajeno es a los patrones ortodoxo-católicos que dicen que los demonios rodean al moribundo y hay que rezar oraciones especiales… La buena muerte supone la transición posterior a los buenos mundos y al buen Dios
¡La buena muerte es finalmente la liberación del mal! Don Quijote estaba sufriendo: ¿pero cómo liberar al mundo del mal? ¡Y finalmente lo liberó… mediante un buen fallecimiento!
Los hechos buenos abren los corazones y se extrae la última gota. ¡De ahí es de donde viene el credo: ‘Yo ya no soy Don Quijote, sino Alonso el Bueno’!
Y nosotros vamos a cantar con la cítara y la domra:
Las buenas gentes se van a mundos buenos, a continentes pacíficos no explorados, donde del Padre y la Madre del Puro Amor reciben el posterior Consolaméntum.
Don Quijote oye las campanadas de Kitezhgrado, Don Quijote se despierta, se levanta de su lecho de malestar y oye los repiquetes de Kitezhgrado:
¡Consolaméntum – Melioraméntum – Bonaméntum – Divinaméntum! Melioraméntum es la mejora, la ascensión por la escalera. Bonaméntum es la la bonomización. Divinaméntum es la divinización.
La vida humana concluye con el siguiente balance: Si los objetivos secretos eran buenos, el lecho mortal se convierte en el de dormición y después, como sucedió con la Madre Divina, en lecho nupcial. El testamento del anciano te dejó mi última gota del supremo amor. Cuídala en tu corazón como a la niña de tus ojos. Llévala a través de los siglos. Da de beber a tus fieles hijos la bebida del Santo Grial del amor supremo virginal.
Os voy a leer los últimos versos de Miguel de Cervantes tal y como yo los he interpretado:
Soy un hombre bueno. Y así me recordarán en las memorias de la humanidad. Y el mal es el destino de los huérfanos mutilados, estropeados, seducidos por las conquistas autoritarias. El mal es inconsolable y no tiene la gracia, y aunque no se ve fin al mal, es suicida y temporal.
Y más aún, despidiéndose de la Tierra, Miguel añadió con la última lágrima cayendo de sus ojos:
¡Oh! ¡Cuánta bondad hay en las despensas de la Madre Tierra; se estampó por los siglos en su integridad irisada!
Así es el resumen de Miguel de Cervantes Saavedra.
La muerte es el Lecho Nupcial. La cima es ‘adorando, divinizo’. La llave hacia la divinización: ‘La adoro de tal manera que muero de amor’.
La criptografía de una obra maestra
Cervantes fue considerado loco, como Don Quijote. Pero no lo era, ¡nada de eso! Era un yuródivo, un sabio que fingía estar loco.
Es verdad, si leemos la trama de la novela literalmente, en ella hay mucha locura. Pero voy a terminar con lo que empecé: ese era el modo de expresión yuródiva de las verdades absolutas del Univérsum en la época de las más duras represiones romanas, cuando florecíala la Inquisición.
Era imposible hablar en otro idioma. Necesitaban el idioma de las parábolas, de los criptogramas, de las alegorías. Pero si leemos el texto con ojo de halcón, se nos revela el criptograma de la obra maestra. Y después del criptograma viene el luminograma. ¡Y detrás del luminograma está el solgrama! Y Miguel de Cervantes no parece loco como su personaje, sino uno de los más grandes iniciados.
La ruin caligrafía ladronesca de la inquisición
¡Qué triste es la ida de Miguel! Realmente es un caballero de triste figura, igual que su personaje. Al mejor de los poetas españoles —al Candil, al poeta de los poetas— lo entierran, como a Mozart, en una tumba anónima… Y su recuerdo está perdido
Roma de momento intenta reescribir, interpretar, darle la vuelta (Aun estando Cervantes vivo, terminaban de escribir sus tramas. Miguel fue obligado a defender que no se trataba de su versión, sino de otros…). El ruin estilo ladronesco de la inquisición: maldice y se atribuye obras en secreto.
¡Queda buena memoria de un buen hombre! ¡Y literalmente se cumplen las buenas predicciones y las profecías!
Credo bogomilo: EL AMOR DA AL HOMBRE FUERZA PARA VIVIR. Y cuando el amor se agota, con él se escapan las últimas fuerzas de la vida. ¿Oís? Cervantes dice hoy: ni los dogmas ni los rituales ni la salud ni los conocimientos de la new-age dan al hombre la fuerza de vivir. ¡Solo el amor! El amor es Rey entre las personas. La fuerza de vivir, la fuerza de servir desinteresadamente la da el amor entre los hermanos, el amor de la Madre Divina.
Al hermano terrestre hay que verlo como a un dios yuródivo. Su escrito favorito en tiempos de persecución (¿y cuándo no han sido perseguidas las buenas gentes?) es una yurodividad. ¡Adoro esta palabra! ‘The yurodivost’, la yurodividad… No se puede traducir a ninguna lengua. Dicho de otra manera, es acentuadamente no-unívoca. No se comprende: puede estar sano, puede estar enfermo, puede ser bueno, puede ser malo…
En ‘Don Quijote’ figura el caballero de la Blanca Luna o del Espejo Deformante, el enemigo de Don Quijote. ¡La yurodividad es contra los espejos deformantes, contra la tergiversación del bien en su opuesto! ¡La yurodividad reivindica los espejos no deformantes! La yurodividad es el estilo de conocimiento de Dios con la vedra desarrollada. La yurodividad es la lengua del conocimiento del hombre. Al hermano terrestre hay que mirarlo de modo yuródivo (también con mirada sobria… ¡es paradójico!): como a un dios yuródivo, a pesar de todo.
En eso está el secreto del conocimiento y de la yurodividad, su relación, su profunda afinidad. Aquel que se sitúa en el camino del verdadero conocimiento de Dios, del prójimo, de lo que lo rodea, se vuelve yuródivo, como Miguel de Cervantes Saavedra y su personaje favorito Don Quijote.
La clave de Saavedra. La buena gente cantaba hace un tiempo: El Padre se está conociendo, revelándose, viéndose, escuchándose. Ah, es tan importante: ¡El Padre se está conociendo! ¡Se puede conocer al Padre, revelarlo! …Se lee para sí y en voz alta el recóndito Libro Bueno. Es bienaventurada la mirada fijada en él, como la del halcón valiente. El Buen Pastor tiene buen ojo y buenas ovejas. A diferencia del Malo, nuestro Padre se puede ver y conocer.
LAS DIEZ LLAVES DORADAS PARA EL LECTOR DE ‘DON QUIJOTE’
1 ) El caballero debe estar enamorado. Pero de manera distinta a la del amor cortés (a los pies de la dama) del caballero enamorado laico. ¡La primera clave de Don Quijote es el enamoramiento virginal! El caballero escoge a la simple mortal Aldonza Lorenzo y le da un nombre espiritual, Dulcinea del Toboso, la Tierna, la Hablante. Los nombres de la Pentahipostática Reina Señora Diosa Virgen Madre. ¡El enamoramiento virginal de la Madre Divina es lo que predice Don Quijote! La iluminación con amor que no existe ni en los cielos ni en la Tierra.
2 ) Don Quijote ve como pegan al pastor y lo defiende, defiende al buen pastor. ¡Defiende a los bogomilos! La segunda llave caballeresca es el bogomilismo. Saber que en la Tierra pegan a los buenos pastores y defenderlos y no perseguirlos.
3 ) La yurodividad. Contra Don Quijote actúa la inquisición en la persona del sacerdote y del barbero (el peluquero peina al modo ‘romano’). Los libros de Don Quijote son quemados y él es proclamado loco y hereje. ¡La mejor manera de manifestar la bondad es a través de la yurodividad! La mirada yuródiva a Dios, al hombre y al mundo alrededor. (EL TÉRMINO Yurodivo es una palabra eslava que adopta una nueva interpretación en el lenguaje del autor aludiendo a la expresión de la divinidad en el ser humano de modo excéntrica, o inesperada a los cánones habituales del comportamiento).
4 ) Los molinos de viento. Los molinos no solo aparecen en el famoso pasaje de ‘Los Molinos de Viento’, los molinos están dispersos por toda la obra reflejando las miles de máscaras con las que se oculta la maldad. Empero, es en ellos donde Cervantes refleja abiertamente los pilares cementados de la gran maquinaria del mal mundial que aplasta y prohíbe el florecimiento de la bondad: “Hemos de matar en los gigantes a la soberbia; a la envidia, en la generosidad y buen pecho; a la ira, en el reposado continente y quietud del ánimo; a la gula y al sueño, en el poco comer que comemos y en el mucho velar que velamos; a la lujuria y lascivia… a la pereza…”.
Don Quijote entiende que no hay que simplemente luchar con la manifestación externa del mal, sino cortar de raíz el mal: el origen de todos los desastres de antes y de ahora… Porque de nada le sirve a un caballero luchar y parar las flechas lanzadas, si no conoce al tirador que las lanza.
5 ) La iglesia romana para él es un rebaño de carneros aturdidos y necios. La lucha contra el fariseísmo mundial. A los pastores malvados Don Quijote los llama burros: se creen instructores, pero no pueden volar como halcones valientes. Y a sus parroquianos los califica de rebaño de carneros y les tira piedras.
6 ) El nombre del ‘Caballero de la Triste Figura’, dado por Sancho Panza, toca profundamente el corazón… Es excepcionalmente familiar. El dolor y la tristeza por el estado del mundo. La empatía hacia todos los necesitados, los huérfanos, los ofendidos… El corazón abierto.
7 ) A Sancho le gustan los versos de Don Quijote. Don Quijote escribe poesía que dedica a Dulcinea. Se trata de poesía espiritual, sobre el salterio de la Madre Divina, de poesía caballeresca de Minné, minnesang.
8 ) Don Quijote desafía en duelo al caballero de los Espejos o de la Luna Blanca (su nombre es Sansón Carrasco) y le gana. Se da a sí mismo el nombre de Caballero del León: una alusión, como insinuación a los templarios. Los templarios representaban a los leones en sus espadas.
9 ) ¡Los espejos deformantes (recordad el precioso cuento de Andersen ‘La Reina de las Nieves’) se rompen en mil pedazos! A ellos se oponen los espejos no deformantes del Dios bondadoso. ¡El hombre es una copia indefectuosa del buen Padre, es el espejo no deformante del Dios bondadoso sin tergiversación invertida, al cien por cien es el verdadero Buen Diosito!
10 ) Un argumento yuródivo. El Mago Merlín le ofrece a Don Quijote desencantar a Dulcinea, hechizada. La Madre Divina está hechizada por los teólogos dogmáticos. Para desencantar a Dulcinea, Sancho propone darse tres mil azotes continuos en su trasero desnudo con una fusta. ¡Absolutamente maravilloso! La última llave dorada es el apagado del fórnax. Si quieres encontrar y conocer a la Madre Divina, tienes que apagar el fórnax, y para ello hay que dar tres mil azotes mentales en el trasero con la fusta.
Podcast Cátaro sobre don Quijote: https://www.ivoox.com/cataros-03-abril-2-015-audios-mp3_rf_4305334_1.html