Psicoterapia: la cura del alma

 

Nuestro mundo sufre desde hace tiempo a causa de la soledad, depresión y ansiedad entremezcladas. Se vive en estado de pánico o de estrés, inseguridad, fracaso y débil autoestima o bien presión narcisista, perfeccionismo, compulsividad, hiperracionalismo, frialdad y vacío.

 

Se ha ido evolucionando en cuanto a teorías y tratamientos, antes el electro shock, el shock insulínico, hasta la lobotomía, el psiquiátrico lleno de seres humanos vegetalizados, privados de sÍ mismos. Luego la antipsiquiatría, Freud y el psicoanálisis, el inconsciente y el inconsciente colectivo (Jung). Poco  a poco trabajos más humanistas, la terapia transpersonal, terapias cognitivas, terapias psicocorporales, de descarga de la tensión emocional y recuperación del equilibrio neurovegetativo y así más y más proliferando también las técnicas energéticas, gestalt, neurociencia, programación neurolinguística y las terapias pseudoespirituales: regresiones, reiki, constelaciones familiares, etc…

 

La propuesta nueva y realmente sanadora surge de una mirada hacia el Ser humano que le libere de la mentira, el horror y las trampas en las que vive, en las que penetró inconscientemente y cuyas llaves para salir han permanecido ocultas.

 

Desde el sufrimiento emocional, la separación respecto a la realidad espiritual y el sistema de violencias explícitas o encubiertas de este mundo, se buscan soluciones mirando la causa en el otro: ¨es que tú dices, es que tú haces…

Y con ello crece el juicio, el enfado, la rabia o el aislamiento y crece el rencor. Ni las terapias más o menos cognitivas ni las más o menos analíticas, o más o menos catárticas producen el cambio profundo y duradero que el Ser humano necesita.

El ser humano es en esencia un ser divino, en él, a pesar de todo, pervive la pureza, el amor, la bondad y la sabiduría que son fuente de paz y armonía.

 

Si queremos servir de ayuda es necesario, primero, ver en la persona todo ese potencial oculto. Segundo, ayudarle a reconocer y desenmascarar los programas familiares y ancestrales en los que está atrapado. Tercero, en el acompañamiento terapéutico se debe hacer la introspección que sirva para ver con humildad y valentía como participa, consiente y multiplica ( con sus pensamientos, sus gestos, palabras ) dichos programas fatales.

Es en esta fase introspectiva donde ocurre el descubrimiento, la toma de consciencia de las viejas heridas emocionales primero y después de los mecanismos de defensa que la persona fue configurando para protegerse del dolor, del vacío, de la pérdida, es en este momento que necesita de nuestro cuidado, escucha atenta y consuelo sin el cual carece de la fuerza y el valor para seguir el proceso de cambio.

Darse cuenta de sus máscaras para gustar, ser aceptado, obtener amor, reconocer precisamente en estas máscaras y mecanismos la verdadera causa de sus bloqueos, de sus síntomas físicos y de comportamiento. Es decir su desarmonía y la entrada en el circulo vicioso en el que genera, recibe, genera y recibe negatividad. Y poco a poco en este proceso ocurre la elección consciente, ¨quiero cambiar, quiero salir de mis trampas¨, avanzando así en dirección a la liberación. Llega así el inicio de la verdadera catarsis, ya no entendida en el sentido de Breuer y Freud o de las terapias psicocorporales, sino en una dimensión profunda y espiritual, la que se relaciona con reconocer y asumir la propia responsabilidad en el daño co-causado, en la destructividad, la separación y la infelicidad propia y del entorno.

 

Solo haciéndose cargo de aquello que él aporta en el conflicto (suyo  y de sus relaciones ), puede llegar a la solución que necesita. Cuando la persona ve y lamenta sus propios juicios, pensamientos negativos, la forma en que proyecta su mal sobre el otro..cuando decide decir no a su viejo modo de mirar ,oír o pensar y se atreve a luchar contra su propio enemigo interno, se atreve a contradecir a su pequeño ego y mirar lo mejor del otro, servirle como pueda, cuando se esfuerza en justificar más al otro que a sí mismo, cuando se prohibe el juicio y ensaya la misericordia por encima de todo, misteriosamente todo se vuelve de otro color, se abre un “loto en el pantano interno”, surge una sonrisa de alegría desconocida, reaparece la visión clara, la comprensión profunda y la confianza. El corazón se abre y vuelve a respirar.

 

Después de muchos años de experiencia psicoterapéutica se puede constatar como la persona después de sesiones y sesiones de terapia recupera una mejor calidad de vida, se fortalece y obtiene recursos para afrontar y resolver sus conflictos emocionales. Se adapta mejor. Sí, gana rendimiento, concentración y éxito. Se expresa mejor y se hace mas resolutivo en sus relaciones afectivas, laborales.., pero en gran medida se sigue desconociendo a él y a los otros. Continua “echando balones fuera”, culpando, mirando con juicio o prejuicio, amando con interés…no sale de la rueda del miedo a la muerte y le falta la valentía de desprenderse de la herencia de los programas familiares y culturales que le atan a este mundo de esclavitud racional-material-emocional.

La única terapia, cura o sanación completa es aquella que devuelve al ser humano a su realidad espiritual feliz y eterna.

 

La vida espiritual es la vida real. Hablar de salud es hablar de libertad. Sano es aquel que vive según los criterios de su autentica naturaleza, quién recupera la armonía y paz y…¿Cómo llegar a la salud auténtica y la alegría?. ¿Qué roba realmente La Paz?. ¿Por qué el sufrimiento físico y emocional, el desorden, la confusión?. ¿Por qué tanto vacío y soledad?. ¿Por qué el miedo domina todos los ordenes de la vida y las relaciones humanas?.

Hace mucho que el alma esta escindida, una parte sigue intacta, luminosa en las esferas elevadas del Universum pero otra habita en un cuerpo material, racional, emocional en esta tridimensionalidad que abarca en esta civilización a la Tierra.

 

Se tienen experiencias espirituales de un tipo u otro. Se celebran rituales en busca del ser interior o bien del ser superior, Dios. Se repiten oraciones o mantras, o se apela a nuestro maestro interior.  Se realizan terapias, talleres y cursos en busca incesante de sí mismo pero persiste el vacío, el sentimiento de soledad, de rabia y rencor. El sentimiento de fracaso y miedo al abandono, al compromiso y la libertad. El miedo a la muerte ¿ Por qué ?.

 

En lo más profundo, el Ser humano experimenta orfandad, desconexión de sus raíces, de su origen. ¿Quién soy?. Se relaciona con ¿Quién es mi padre, mi madre?. Y¿De donde procedo?. ¿Cómo he llegado hasta aquí?. ¿Por qué la union, la alegría en corros fraternales, no está en nuestra vida?. ¿Y las palabras de Beethoven “ abrazaos hermanos” en el himno a la alegría, resuenan lejanas?.

Todas estas preguntas tienen respuesta..adentrarnos en el camino espiritual que ofrece, de verdad, estas respuestas, es empezar a a caminar en la senda del despertar, de la conciencia y la liberación del alma.

El camino, la verdad y la vida espiritual y eterna de la que hablaba Cristo. El despertar del Buda. La pura luz y amor de Mahoma solar. El bogomilismo, catarismo, zoroatrismo, defensores del dualismo “ bien mal”, “luz tinieblas”, así como  la existencia de espíritu claro y espíritu oscuro y la lucha por la victoria del bien, de la Luz en lo interior…

 

La verdadera psicoterapia traducida como cura del alma es devolver al ser humano a su integridad espiritual.

El psicoterapeuta es o debe ser, guía, amigo, acompañante fiel en la senda de la rehabilitación del Ser humano y la recuperación de su potencial divino.

 

La salud, el equilibrio, la  visión clara, el sosiego, la creatividad y la alegría se obtienen a partir de conocer la verdad que nos hace libres y nos devuelve nuestra imagen real.

Se trata de hacerse conscientes y vivir según la conciencia y éste sería, en síntesis, el proceso a seguir:

– Introspección.

– Reconocimiento de la propia negatividad albergada en lo interior y de los pensamientos, palabras y actos con los que se daña.

– La mirada benévola del otro sin enfocarme en la parte oscura que le atrapa.

– La lucha contra la mentira, la autolástima,  la manipulación, usurpación, el juicio , el rencor del ego ( de los mecanismos del carácter).

– Expresión, transparencia, catarsis, limpieza.

– Abandono de las máscaras ante el terapeuta como testigo.

 

El anhelo y satisfacción de descubrir el propio lastre y los pesados programas familiares y la esclavitud de los diversos miedos sustituyendo la vieja autojustificación y el autoencubrimiento. Tomar sobre sí. Responsabilizarse del cambio. Aceptar el sufrimiento ( el Ser humano tiene gran capacidad de resiliencia). Abandonar las supuestas e ilusorias seguridades y comodidades mundanas.

El concepto de la cruz cátara que se opone a la cruz negra de este mundo es importantísimo descubrimiento como vía para la liberación y encuentro con nuestra dimensión real.

¿Por qué la pureza es tan importante en la humanidad?

 

   Podemos decir que la pureza no viene de este mundo. Es un símbolo, un estandarte, un pilar de los mundos donde no existe el mal. La pureza es la base de toda comprensión del alma. Puede parecer lejano, pero en realidad es la condición más natural de cada uno de nosotros. Si no hay pureza, no puede haber salud.

 

¿Quién no siente que el alma se alimenta y se consuela cuando podemos admirar la magnificencia de un resquicio de naturaleza virgen, si olemos la indescriptible fragancia de una flor, o escuchamos una hermosa melodía…? ¿Se podría vivir con esta sensación para siempre? El catarismo lo afirma rotundamente. No es una utopía, ni un sueño. Es una realidad de la vida espiritual verdadera.

 

La catástrofe de La Tierra: La falta de pureza.

 

Quebrantar las leyes de la naturaleza del bien conlleva la enfermedad y la muerte. Pero vivimos en un territorio de especiales características, en donde no imperan las leyes del buen Univérsum sino las de un mundo corrupto. Y como una excepción de entre miles de constelaciones, aquí en La Tierra, existe la mezcla entre la pureza y la lujuria, entre la luz y la oscuridad, entre el bien y el mal. Sólo por la alquimia prohibida del remodelado de adaptación el hombre puede vivir sin pureza, alimentándose de todo tipo de gozadas y tentaciones. Y podemos nutrirnos de fuentes contaminadas que nos envenenan lentamente sin ni siquiera saberlo.

Esto que en apariencia pasa desapercibido tiene una gigantesca repercusión en nuestro cuerpo físico y espiritual.

 

Una rama milenaria de gente pura.

 

Hoy en día sólo el catarismo habla de profunda pureza, pero esto no es algo dado repentina y gratuitamente, sino que ha sido un legado sagrado que ha permanecido en el mundo gracias a las hazañas de caballeros y mujeres mirróforas custodios de este tesoro.

Hablamos de hazañas porque la lucha entre el bien y el mal siempre se ha dado, y la pureza como valiosísima joya, fue y sigue siendo hoy en día objeto de hurto para los ladrones espirituales, aunque sin conseguirlo.

Hace 800 años la religion occidental, intentando adueñarse de las miles de ventajas de la pureza cátara impuso entre los votos monásticos el de castidad, desencadenando perversiones y escándalos que llegan hasta nuestros días. Y esta misma tergiversación la encontramos en la sociedad actual, donde la agresividad, la lujuria, los placeres diarios, se admiten como una costumbre, y quien valientemente se atreve a acumular pureza es perseguido, calumniado y desacreditado.

 

La victoria del bien será gracias a la virginidad.

 

¿Cómo no volver a lo que somos en inicio, a lo verdadero? Es la recuperación de nuestra herencia robada, es lo que el alma quiere, busca y necesita para vivir en la plenitud de la libertad espiritual, pues la Divinidad, de quien debemos tomar ejemplo y de quien somos hijos herederos, no sólo es pura, sino intachable e inmaculada.

La pureza es la llave maestra que abre nuestro potencial divino de forma personal, y también milagrosamente es la única herramienta pacífica y poderosísima para el cambio del orden mundial.

La experiencia de vivir fraternalmente

Hace unos días publicábamos una entrevista realizada a algunos hermanos y hermanas cátaras: el encuentro había tenido lugar antes del “Viaje a los castillos interiores” y en ella nos hablaban sobre sus anhelos y expectativas, pues algunos de ellos no habían tenido aún la experiencia de visitar esos lugares tan emblemáticos para el catarismo.

 

Una vez finalizado el viaje, hemos querido volver a hablar con ellos, para que nos cuenten, estábamos deseosos de recoger sus impresiones, de que nos contaran sobre temas tan importantes como la convivencia y la fraternidad. Y también hemos querido que recomienden esta experiencia, para que nuestros lectores se animen a vivirla el próximo año. Os dejamos con esta segunda entrevista.

 

Háblanos sobre la convivencia y el ambiente.

 

Uno de los hermanos nos cuenta que la convivencia es una oportunidad para unirse más a las otras personas que comparten experiencia. “Se pasan momentos duros, de vencer limitaciones y mecanismos vetustos  que buscan separarnos unos de otros”. Algunos de estos mecanismos son: autolástima, malos pensamientos, juicios, cansancio, rebeldía; pero esto es una prueba de sabiduría para cambiarse a uno mismo y unirse más a la fraternidad.  Las decisiones que se toman en estos momentos son claves y determinantes para el desarrollo del viaje. “Afortunadamente para los conflictos siempre tenemos  la llave del concilio, el diálogo espiritual con los padres ancianos blancos”

 

Una de las hermanas destaca que “ha habido mucha unión entre nosotros, entre corazones, con un ambiente familiar y fraternal”. De hecho, suelen coincidir en resaltar la magnífica convivencia, compenetración, el estar unidos, afrontar las dificultades juntos, apoyándose unos a otros. No es un simple viaje, es un viaje a los castillos interiores: para llegar a estos castillos puros, hay que desbrozar muchas sendas pero tenemos el convencimiento que a través de esta convivencia, podemos llegar a sentir lo que significan.

 

Y para despejar dudas sobre esos ‘castillos interiores’ contamos con la siguiente aportación:

 

“Los padres cátaros hablan de 144 castillos, que existen en nuestro interior y son las cualidades intrínsecas del alma. A través de esta convivencia en cada uno de estos castillos recuperamos nuestra soberanía y nuestro patrimonio divino”.

 

¿Qué se ha abierto en ti después de visitar los castillos?

 

“Una visión más profunda de mirar al interior, de introspección, de tener más anhelo, de transparencia, de servicio desinteresado, de entrar en el corazón de los hermanos, de olvidarme de mis propias necesidades, y pensar más en lo que necesita el hermano”.

 

Por otra parte, el hermano Mirrofor, entiende que para alcanzar este grado de inmortalidad es necesaria la fraternidad, sin ella los inmortales no hubieran llegado a ‘este escalón’ del catarismo. Ellos estaban convencidos de la existencia de un Padre que une a todos los humanos, y es el gran desconocido.. Por eso es importante desvelar el misterio de los cátaros, de los castillos, porque en la Humanidad actual no hay fraternidad, ni unión, y son necesarias. Nos unimos entrando en el corazón del prójimo, de esta forma se rompe el yo y empieza un camino impresionante, con una perspectiva diferente a la habitual.

 

Y una aportación tan breve como interesante es la que nos habla de la experiencia como facilitadora del potencial de enfrentar miedos, y el de la fortaleza.

 

¿Por qué recomendarías este viaje?

 

Uno de los hermanos, habla de dos razones principales:

 

  1. Se visitan lugares emblemáticos cátaros en horarios poco concurridos, lo cual otorga mayor sensación de misticismo y posibilidad de prestar más atención a detalles que de otra forma no se podrían conseguir. además se consigue la posibilidad de guardar la esfera espiritual, porque se viaja con personas iniciadas en un camino espiritual profundo y respetuosas con lo que concierne al catarismo.
  2. No se trata simplemente de viajar al país cátaro, sino que se convive desde el primer momento con tanto jóvenes como mayores, que llevan a cabo una forma de vida basada en los valores del catarismo. Así no hace falta imaginarse como vivían los buenos hombres y buenas mujeres de aquel tiempo, sino que se puede conocer directamente la forma de vida cátara (oración, canto, baile, etc.) y envolverse en su sabiduría y forma de vida.

 

A continuación, transcribimos otras dos recomendaciones de nuestros entrevistados:

 

“Ha sido maravilloso, y se sienten las esferas de los inmortales, se siente su potencial divino, también cómo vivieron el amor puro entre ellos. Te toca el corazón más profundo”.

 

“Es un peregrinaje a la esencia de cada uno. En estos viajes se rompe la ociosidad a la que estamos acostumbrados. Entramos en la fraternidad, y sólo se puede vivir bajo esta perspectiva”.

 

Tras compartir esta maravillosa entrevista con vosotros, nos queda agradecer la participación de nuestros hermanos y hermanas, y como ellos mismos dirían “os invitamos a que participéis en estos viajes. En ellos descubrimos las fuentes puras que ayudan a borrar complejos, prejuicios y traumas que nos separan, y nos hacen ver que la vía del corazón es unión, y sólo por ella entramos en los altares de los castillos interiores”.

“Viaje a los Castillos Interiores”

 Entrevista a miembros de la Asociación Cátara de Valencia

Como cuarto año consecutivo, desde la Asociación Cátara de Valencia, hemos organizado un viaje a los castillos cátaros de Montsegur, Peyrepertuse, Queribus, y también a San Salvador Verdadero (situado en la provincia de Gerona). Se trata de un viaje espiritual, una experiencia diferente a aquellas que se realizan por el mero placer de viajar o “consumir” destinos turísticos.

Durante este viaje hemos previsto visitar, además de los castillos una serie de importantes cuevas dentro del marco de la esencia cátara ( entre ellas la cueva de Lombrives conocida también como “la catedral de los cátaros”).
Hemos propuesto para este viaje un extenso programa, donde se realizan los ágapes, prácticas cátaras como cantos, oraciones o ablución en aguas puras (cabe mencionar que solemos buscar emplazamientos cercanos a fuentes de agua, como pozas o nacimientos).

Hemos querido preguntar a algunos hermanos que viven por primera vez esta experiencia, indagando acerca de sus expectativas y motivación. También contamos con la colaboración en esta entrevista, de los “veteranos”, quienes nos cuentan el porqué de estos destinos en el viaje que ahora realizamos.

Os invitamos a seguir leyendo esta entrevista en la que se habla sobre valores humanos y espirituales, bondad, comunión con la Naturaleza, … Queremos que descubráis por vosotros mismos todo lo que hemos recogido hablando con nuestros entrevistados.

 

¿Por qué se va a estos castillos?

El acercarse a los cátaros siempre crea una expectativa (especialmente para los que conocen) que dista mucho de cualquier experiencia turística o incluso filosófica… es como un peregrinaje al interior.

Lo que más nos motiva es entender a esta buena gente, cuál es su forma de vida, de dónde viene su fuerza espiritual. Su determinación les lleva a un fin que está por encima de persecuciones u hogueras; queremos conocer de qué fuentes espirituales bebían para tener esa determinación.

La bondad, en especial ésta, es poco entendible hoy en día. Si queremos la bondad arquetípica, que destacó en los pueblos que vivían en esta providencia bondadosa, uno de los enclaves que tenemos más cercanos son los cátaros.

Tenemos fuentes para que estos viajes sean espirituales, no buscamos experiencias únicamente, sino respuestas a preguntas internas sobre nosotros mismos, cómo está el mundo, qué ha pasado con los valores desvalorizados, en los que estos pueblos se apoyaban. Algunos de estos valores son apreciar al prójimo, valorar cada alma como un tesoro, tesoro profanado tantas veces por ideologías, miedos, traumas. Los cátaros tenían visión reveladora, sabiendo que en el interior de cada persona habita una divinidad.

En esos lugares germinarán las semillas que ya están plantadas en nuestro interior, y así podremos sentir qué significa el catarismo.

Nuestros viajes son muy sencillos y transparentes; los cátaros deslumbraron por la sencillez de sus actos con la profundidad de su bondad. Llegaban al corazón de las personas con su ejemplo… la rica sencillez de estos pueblos es algo que se echa en falta en la sociedad actual.

 

¿Qué significa para ti este viaje?

“Para mí este viaje significa el encontrarme, el sentir cuando los inmortales estuvieron allí, su gracia; sé que también me encontraré con la gracia de Madre Divina.

Como cátara que soy, será como ‘volver a casa’. Se trata de un viaje interior, durante el cual el alma intentará descubrir cómo vivieron los cátaros, qué sintieron, cómo sufrieron cuándo fueron perseguidos; también descubrirá su pureza, su bondad… y eso es posible porque todo ello queda impregnado en los castillos.

El alma puede despertar a una vida de sencillez y pureza con el anhelo de ayudar al prójimo sin intereses. Creo que mi corazón espiritual se abrirá. Deseo que el alma sienta el fuego de las prácticas cátaras cuándo ayudan a entrar en contacto con la divinidad”.

 

Seguimos hablando sobre otros dos hermanos sobre el significado que le dan a este viaje, nos hablan sobre unión fraternal y valores del catarismo:

“Este viaje significa una iniciación a la caballería de los buenos hombres, dado que en estos lugares se expandió un movimiento filosófico, espiritual y cultural que fue revolucionario e incluso nostálgico para la época actual. Pienso que en estos días se necesita una forma de vida con los valores del catarismo.

Supone una entrada a esta atmósfera de paz, armonía y unión fraternal”.

“Es mi cuarto viaje con los cátaros, y anteriormente realicé dos en solitario. En el primero tenía expectativas, pero en la actualidad viajo sin ellas, y veo que cada paso por este viaje es como una pequeña iniciación dónde se dejan atrás muchas cosas, y a la vez te colmas de otras”.

 

¿Qué es lo que te mueve para realizar este viaje a los castillos cátaros?

“Quiero conocer cómo vivían estos pueblos puros, impregnarme y sentir su bondad. Sé que vivían en comunidad y en comunión con la Divinidad, la Naturaleza, y con otros pueblos, y me gustaría descubrir estos aspectos más en profundidad.

Los cátaros eran hombres y mujeres buenos que anhelaban ayudar al prójimo. Me motiva seguir los pasos de estas personas puras de corazón”.

“Me gusta el cambio y la renovación; también me gusta moverme de un sitio a otro, siempre que viajo trato de ir a lugares dónde me sea posible, crecer, aprender y descubrir algo nuevo.

Este viaje al sur de Francia no lo realizo por primera vez, pero ahora tengo otra comprensión, conciencia, visión y conocimiento… Y creo que lo voy a vivir de forma diferente, estoy convencido de que va a ser así.

Además de la riqueza arquitectónica de los castillos, el viaje transcurrirá por una zona muy rica en recursos naturales, y regada con abundantes aguas. Me interesa mucho compartir la experiencia con otras personas que van a acompañarme en este viaje”.

No menos interesante es la aportación de otro de los entrevistados, centrada en la unión fraternal y con la Naturaleza:

“Vivir en directo en la fraternidad cátara, sus oraciones, cantos… vivir como ellos vivían, en unión. También conseguir una unión con la Naturaleza, como parte de la Divinidad. La posibilidad de habitar en contacto con la Naturaleza y cerca de fuentes puras es asimismo uno de los aspectos que me mueven.

Sé que sentiré la presencia viva de los cátaros inmortales en esos castillos”.

Estamos seguros de que esta entrevista os ha llegado al corazón, y esperamos sinceramente que os haya gustado. Si es así, dentro de unos días, publicaremos una “segunda parte” en la que los hermanos nos desvelarán su experiencia una vez realizado este “viaje a los castillos interiores”…

Humanismo

Algunas personas nos preguntan: ¿Por qué hablar de Catarismo en una época como la actual? En nuestras calles, colegios, hospitales, despachos de intelectuales, empresarios… por todos lados está empezando a dominar una nueva era postbiológica, tecnológica o transhumana. Pero, ¿qué es esto? Se trata de un movimiento consciente de deshumanización con cada vez más fuerza.

Se rechazaron la consciencia, los inicios sublimes, nobles y arquetípicos del hombre, y ¿en qué se convierte el ser humano? Esta emergente mentalidad se fomenta en la consideración del hombre como un fracaso, se considera que nuestra especie fracasó en su proceso de evolución y desarrollo, tanto biológico como cultural, y por tanto, que la condición real del hombre es, literalmente, ‘miserable, sesgada y asfixiante’.

Y esta es la triste forma en la que sin darnos cuenta nos miramos unos a otros, siempre viendo el peor rasgo del prójimo. Considerando a Fulanito inútil, a Fulanita tontita, al otro un aprovechado… Y así, un largo etcétera que en definitiva se traduce en un menosprecio al valor del hombre, en una incapacidad de ver lo que realmente se esconde en los demás, convirtiendo al otro en un enemigo del que hay que prevenirse, en un cero con signo negativo.

Y de esta manera, casi sin darnos cuenta, el mundo se va edificando en la individualidad donde uno solamente puede confiar en uno mismo o si acaso en su ‘fiel amigo’ Google. Desde este punto de vista, cada persona tiene la obligación de ser autosuficiente, empoderado, independiente, omnisapiente, y si no es así, es un individuo mediocre. La individualidad elitista, tecnología y misantropía son los tres rasgos del nuevo paradigma postbiológico que quiere establecerse.

Y es por esto, que ¡el Humanismo solar Cátaro, al estilo de León Tolstoi, está más de actualidad que ninguna otra cosa!

¿Cómo se puede crear una sociedad en la que los valores universales, y no leyes frías, rijan nuestras vidas y relaciones? ¿Cómo se puede vivir en comunidades, familias, amistades construyendo un auténtico concilio donde cada miembro es transcendentalmente importante? ¿Qué puede dar el impulso para buscar actuar siempre con el bien? O sencillamente, y realmente la base de todo lo anterior, ¿cómo se puede amar de verdad?

Para amar a la gente, verla tal y como es, se tiene que caer la venda de la exterioridad que obstaculiza nuestra vista. Los Cátaros consideraban a cada persona de la Tierra el templo increado de la Divinidad. No que el Dios está en algún lugar lejos e inaccesible para el hombre, sino que la plenitud de la Divinidad habita escondida, como en un campo de concentración pequeño, en el interior de cada persona. Y he aquí el estatuto cátaro y de la espiritualidad universal: ver a Dios y ver al prójimo es lo mismo.

Pero ¿cómo se puede ver al hombre auténtico, más allá del ser exterior? Aquí entra en juego el camino espiritual interior, ya que sólo se puede ver al hombre real, el ser teohumano no manifestado, con los propios ojos de la Divinidad. Un pequeño ejemplo: los indígenas americanos al llegar los conquistadores los veían como Dioses, seres perfectos sin mal, ¿porqué? Por qué ellos mismos no conocían el mal, en ellos esto no existía y por tanto eran incapaces de verlo en los demás.

¿Y cómo, si por primera vez lo ves, despertarlo y ayudar al otro a manifestarlo? Otra vez, a través de la purificación y el camino interior, acumular el amor divino. Ya que el amor del cielo, puro y virginal (los cátaros le llaman Minné), es la incisión que hace que ese potencial divino estalle y resplandezca, es la fuente de la catarsis purificante, del conocimiento de uno mismo, de la liberación del mal. El amor Minné salva, cura y entrega la vida eterna.

Si cada uno de nosotros asimilará en lo interior esta profunda visión del hombre, si pudiéramos ver al ser humano con los ojos puros y divinos, se terminarían las guerras y se establecería la paz eterna, desaparecería la necesidad de la civilización tecnocrática, desaparecerían los miedos y malos pensamientos… Por qué ya no uno mismo, ni un Dios abstracto y ajeno, sino que cada alma de la Tierra sería nuestro último objetivo, hacer el bien y dar el amor a los demás: el sentido de nuestra existencia. Pero, ¡esto no es una idea utópica, en la edad media la civilización Cátara demostró que era real y posible!