La poesía de Juan de San Grial

    Juan de San Grial, a través de su poesía, quiere ayudar a recuperar la auténtica Libertad y a vivir en perfecta Bondad. Su poesía es elegante, magnífica, sonora. Sus versos reveladores transmiten el amor mas elevado que fue conocido en las civilizaciones puras de Atlantida, Hiperbórea, Arcadia… El gran corazón de Juan de San Grial quiere revelar al mundo el gran Amor de la Madre Divina que nos ofrece su amparo y que siempre esta a nuestro lado deseando ver la verdadera felicidad en nuestros rostros.

Los versos del autor son como música de un nuevo tiempo, se erigen como pilares arquetípicos del bien para una nueva humanidad. Es poeta de la ternura en estado puro y la perspectiva del amor que nos presenta es muy alta. Despierta la memoria de nuestra auténtica patria celestial y de nuestros auténticos Padres. Calma y sosiega a los que sufren en la Tierra a pesar de sus circunstancias personales.

Es la poesía de la recuperación, de la restauración de nuestros destinos luminosos, de lo que todos en el fondo a través de la voz de la conciencia sabemos que constituye la base de nuestro destino como hijos amados.

La sabiduría divina de estas fragantes páginas nos conduce a un mundo luminoso, a través de un sendero bondadoso, y el autor con el cetro de su poesía libera al ser humano de su angustia, y lo guía por el camino hacia la nueva teohumanidad solar.

Juan de San Grial es la impresión y manifestación al cien por cien en el mundo, del mensaje de nuestros Padres Celestiales. Esta poesía habla sobre el amor que supera al terrenal, sobre la bondad divina que supera todos los límites, creíbles e increíbles.

Quienes se encuentran por primer vez con la obra poética de Juan de San Grial aprecian que esta poesía no es de este mundo, que esta mirada es más que humana. El mismo cielo a través de los versos poéticos habla con nosotros por boca de su mensajero. Es la poesía del siglo XXI y al mismo tiempo viene de tiempos remotísimos. El impresionante dominio de los sonidos, los símbolos, las imágenes, su combinación magistral (nunca racional, siempre inspirada, espontánea y con máxima sinceridad cautiva tanto a los amantes sencillos de la poesía como a los maestros reconocidos de la versificación.

Juan de San Grial no es una persona de muchedumbres. A pesar de la escala mundial de su corazón y su mente, con cada línea de su poesía se dirige personalmente a quién abre sus libros. A él dedica sus iluminaciones, a él lo mira atentamente, a él le abre confidencialmente su corazón.

“Cómo se gana la luz,
¡oh,poeta lo sabes tú¡ –
desde los aromas del pinar
o más, aún más.
desde la gota de sangre del donador,
desde la catástrofe en la ciudad de Pskov,
desde el compuesto de la cruz del gólgota sufrido,
desde el holocausto en una noche fría sobrevivido
en un gueto civilizado de seis millones de hebreos,
desde la carta sin contestar abandonada en el correo,
desde la música del Reino, petrificada en la frente
de la muchacha suicida olvidada por la gente…
desde el pasional cotidiano ordinario y corriente.
Alguién encendió un fósforo, dió un bostezo somnoliento,
pero en otro lado del universo se desató un teatro de misterio,
y los tulipanes, el domingo, pomposamente florecieron.

Diario del recluso

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El diario delata al recluso inmortal místico
sin comas superfluas ni espacios ambiguos.
Bien está confiar en el copista con antelación.
La hoja a cuadros de escribir se va a acabar ¡atención!
 
    También la tinta del tintero, que no se puede recargar.
    En el cuello, dos verrugas sospechosas te saldrán.
 
¿Y qué hay del trazo ardiente de Minné, ha llegado?
O al chófer las ruedas se le han pinchado
y paró. Sin ayuda urgente ni un paso darás.
Repararlas no es más caro que cambiar el canal.
 
Dicen que las sentencias se escriben con caligrafía.
Aunque la verdad es que no hay tutía.
Ya nos hemos ido de la lengua media noche, 
                       ¿de qué sirve un encuentro presencial?
La hora nocturna es menos efímera que la terrenal.
 
Un abrazo. Regalo la perla verbal de mi corazón.
De noche predico a los difuntitos supraceleste amor,
para que allí no estén tan solos y con temor.
A la sabiduría, del menor al mayor le gusta pasar.
Y después fluye como el agua por el canal.
(Extracto del libro EL JARDÍN DE LA INFINIDAD)

Conviértete en niño divino, aunque tengas noventa años

No poses tu tercer ojo en el pantalón del prójimo ilícitamente.

 

Desconecta la vista ilegítima veterotestamentaria de la gente.
Contempla. Medita divinamente. Suprime la visión ociosa.
Que se revele la Sabiduría de Basilisa la Hermosa*.

 

Hacia la vejez, falla el reglamento de las amistades verdaderas.

 

Y por mucho que derroches el dinero a derecha e izquierda,
el programa familiar se acaba de repente, agotado:
ayer tenías una carrera envidiable, 
mañana serás un desgraciado.

 

     Desprecia la ruina de las pasiones y pensamientos insanos,

 

     y conviértete en niño divino, aunque tengas noventa años.
19.11.2012
 
* Protagonista de un cuento popular ruso.

A tu prójimo

Si has perdido a tu prójimo, arrepiéntete: la tragedia es real,  ni el nacimiento ni el apocalipsis pueden vivirse en soledad. En un corcel ‘templarizan’ yuródivamente dos seres sagrados. No existe alegría mayor que contemplar el iconito del hermanado.     La Sabiduría me ha regalado un beso en el mismo corazón.  ¡No hallarás tal tesoro practicando el comercio del mammón[1].   Guarda la fidelidad, a pesar de toda discordia, de chismes enemigos, de habladuría ociosa… Guarda el tesoro que la corrosión del tiempo no destruirá, siempre embarazado con un descubrimiento de lo alto más. 24.10.2012